También llamado "El encerrado" o "Timbriche".
Se trata de un juego muy socorrido para jugar en cualquier momento y lugar (solo se necesita un lápiz y un papel, pero incluso bastaría con una pizarra o pared con tiza, o escribiendo en el suelo con un palito).
Se dibuja en un papel una cuadrícula de ceros (o puntos), por ejemplo de 8 x8 ó 10 x 10. Si el folio está cuadriculado (4 mm, de lado; por ejemplo) la preparación es más sencilla, pero no es en absoluto imprescindible.
El objetivo: Cerrar más cuadrados que el (o los) adversario(s).
Reglas:
- Se traza una línea cada vez de un punto a otro contiguo (solo valen trazos horizontales o verticales, no diagonales).
- Una sola línea por turno.
- Esta acción iniciará la construcción de algún cuadrado, la proseguirá o completará su dibujo. Si es este último caso el cuadrado se cierra y se anota con la señal (letra, signo, color...) de quién lo completó y repite turno.
Habilidades y destrezas que desarrolla
- Agudeza visual y planificación .
- En el inicia el juego resulta aparentemente sencillo pero a medida que se van trazando líneas se hace más difícil identificar posibles cuadrados. Es por eso que la agudeza visual es muy importante para detectar los cuadrados incompletos y, a la vez, para no dejar cuadrados al alcance de la otra jugadora.
- Además, planificar adecuadamente las acciones a largo plazo es muy importante para cerrar el mayor número posible de cuadrados. Los veteranos del juego visualizan posibles cierres en serie y organizan pasillos y laberintos de cara a cierres masivos por efecto dominó. Preparar y prever casillas aisladas (que no faciliten el cierre en cascada del adversario, también forma parte de las estrategias anticipatorias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario